miércoles, 12 de marzo de 2014

La sostenibilidad como sujeto político.

La sostenibilidad del sistema sanitario es un debate político disfrazado de tecnificación por postulantes a tecnócratas y aspirantes a proveedores de servicios públicos –desde el ámbito privado-. Comprender el proceso de tecnificación de este debate es fundamental para entender porqué el lenguaje se ha ido conformando hasta llegar a un punto en el que algunos conceptos, nucleares en la configuración de un sistema sanitario público, parecen haber quedado obsoletos -al menos dialécticamente hablando-; uno de estos términos es el de solidaridad. Un sistema sanitario público se fundamenta en una distribución solidaria de la carga fiscal, que permita hacer accesible a toda la población unos cuidados de calidad; la solidaridad es el valor que se encuentra en el centro del sistema sanitario como herramienta política anticíclica (ansía redistribuir en tiempos de bonanza económica y tamponar los efectos deletéreos de la crisis en tiempos de recesión). 
Antes de entrar en el área de lo técnico es necesario sentar unas bases generales de decisiones políticas sobre las que descansen las decisiones posteriores.
En el caso del sistema sanitario es conveniente recordar las palabras de Karl Marx en el 18 Brumario de Luis Bonaparte donde decía: “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.” El sistema sanitario español no volverá, tras las reformas de calado llevadas a cabo en los últimos años, a ser el que era, porque revirtiendo dichas decisiones seguramente consiguiéramos una versión caricaturizada de un sistema ya de por si imperfecto. Por ello es necesario pensar hacia qué modelo queremos caminar y cómo lo vamos a conseguir.
La tendencia del gasto sanitario en las próximas décadas probablemente seguirá siendo hacia el crecimiento; para poder manejar estas presiones de gasto es imprescindible que medidas como la reforma fiscal, el pacto social por la financiación o las mejoras en la gobernanza sienten las bases de otras reformas menores que caminen en la búsqueda de la eficiencia y el aumento de la productividad.Es importante ser conscientes de que simplemente con medidas encaminadas a buscar la eficiencia no se lograrán más que objetivos cortoplacistas que, siguiendo la ley de rendimientos decrecientes, serán cada vez más exiguos. 
En conclusión, ¿es un sistema sanitario público sostenible? Sí, pero para que lo sea es imprescindible acometer reformas de calado que se centren en la adquisición de recursos y en la calidad institucional como prioridades inmediatas.

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